Desde el momento en que me diagnosticaron artritis reumatoide a los 20 años, sentí que me habían quitado la vida. Sufría de fatiga, hinchazón excesiva, dolor constante y rigidez en mis articulaciones. Las tareas que parecían simples, como subir las escaleras, eran casi imposibles para mí.
Como estudiante de cosmetología, tenía dificultades para seguir el ritmo del resto de mi clase cuando se trataba de secar el cabello con secador o sostener unas tijeras. La mayoría de los días, ni siquiera podía levantarme de la cama, lo que me provocó depresión.
Sintiéndome derrotado por mi enfermedad, trabajé con mi médico para encontrar posibles soluciones. Tomé todos los medicamentos aprobados, pero nada ayudó a aliviar el dolor o la hinchazón.
Seguí buscando una solución alternativa para sentirme mejor. El amigo de mi padre sugirió Celltex Therapeutics, una empresa de biotecnología con sede en Houston que se especializa en procesar las propias células troncales mesenquimales para el almacenamiento y la terapia.
Mis padres y yo continuamos investigando y aprendimos más sobre las posibilidades de usar tus propias células troncales mesenquimales para sentirse mejor. Y después de cinco años de vivir con incomodidad, me reuní con el Dr. Stanley Jones, M.D., cofundador, director y director médico de Celltex Therapeutics.
El Dr. Jones me guió a través del proceso e hizo un examen minucioso de mi salud para asegurarme de que el almacenamiento y la terapia con células troncales mesenquimales fueran los adecuados para mí. Una vez que almacenaron con éxito mis propias células troncales mesenquimales en el laboratorio de Celltex en Houston, estaba listo para recibir terapia en el Hospital Galenia privado y acreditado en Cancún, México.
El personal y el equipo médico del Hospital Galenia fueron fantásticos y profesionales. Inmediatamente me hicieron sentir cómoda y libre de estrés.
Unos meses después de recibir inyecciones intravenosas de células troncales mesenquimales en el hueso de la cadera, mis síntomas mejoraron drásticamente. Hoy vivo sin medicación, sin dolor ni inflamación y he recuperado el uso de mi cuerpo. La terapia con células troncales mesenquimales me ha permitido volver a ser yo misma. Ahora puedo caminar con facilidad, mantener un estilo de vida activo mientras cuido a mis hijos y he recuperado el movimiento y el control de mis dedos.
Antes de Celltex, los médicos me dijeron que nunca podría tener mis propios hijos debido al estado de mi cuerpo. Ahora tengo dos hijos y son la luz de mi vida.
Gracias a Celltex, mis sueños de tener y estar al día con mis hijos se hacen posibles. Celltex me ha devuelto la vida y solo tengo cosas buenas que decir sobre la terapia con células madre.